Ha cambiado lo que nos rodeaba.
Hemos cambiado y aún así nos reconocemos.
Pretendemos encontrar el pasado.
Queremos agarrar lo que ha quedado.
Que el amor quedó amarrado
frente al mar de esa mañana.
Son las odas de sal las que el capitán escucha en su barco.
Que tu, capitán, ciego no encuentras el puerto y
de esta vez, es el océano es el que rompe en tu corazón,
se deshace por tus mejillas y
desciende al frío de la arena.
Yo soy mi norte,
las alas que vuelan,
sirena que canta,
que nada fuera de la nostalgia.
Yo tengo un mar y mi estrella.
EleNa Martín.
1 comentario:
Es hermoso, me gusta esa idea: el amor quedó amarrado frente al mar esa mañana.
Enhorabuena por este bello texto!!!!Y solo desearte Elenilla pero también a Silvina lo mejor en este nuevo puerto al que habeis llegado tras la mudanza.Besitos.Axala.
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