Recuerdo,
receurdo las eternas horas en aquel Noviembre.
Recuerdo cómo saliste al andén mientras yo te observaba a lo lejos.
Recuerdo recibir tu mensaje diciendo que habías llegado y preguntando dónde estaba.
Recuerdo tus ojos mirándome durante la comida.
Recuerdo la sonrisa tras el primer beso.
Recuerdo el silencio que nos rodeaba en aquel “restaurante” repleto.
Recuerdo la confesión de tus dos pies izquierdos cuando bailas.
Recuerdo el silencio que nos rodeaba en aquel “restaurante” repleto.
Recuerdo la confesión de tus dos pies izquierdos cuando bailas.
Recuerdo cómo te arreglabas y después sonreías.
Recuerdo bajar por la calle de la mano mientras tu tatareabas una canción.
Recuerdo abrazarte en las escaleras.
Recuerdo sentarme contigo al pie de la catedral.
Recuerdo encontrarme dentro de tus ojos.
Recuerdo tu corazón abierto contándome tus miedos.
Recuerdo sentarme contigo al pie de la catedral.
Recuerdo encontrarme dentro de tus ojos.
Recuerdo tu corazón abierto contándome tus miedos.
Recuerdo sentirme envuelta entre tus brazos y tu pecho.
Recuerdo esas sonrisas dichosas repletas de amor y de alegría
Parece que voy a encontrarme contigo ahora en la estación.
Para volver a vivir cada momento de esas horas donde fueron y fuimos eternos.
Es una mezcla de saudades felices, pero al fin y al cabo son saudades y
el tren pita a lo lejos como si fueran ayer, las seis y media.
(Porque a veces las saudades nos llevan a tener recuerdos de momentos pasados pero que al mismo tiempo, son tan palpables que los podemos tocar, oler, saborear y sentir como si en estos momentos los vivieramos nuevamente Con la misma intensidad que fueron saboreados hace 6 años , que es lo que ha trasncurrido, sin que el tiempo haya pasado. Ya sabeis son saudades felices pero saudades.)
EleNa Martín.
2 comentarios:
Con una ligera idea algo mayor del concepto que te define, me siento bastante identificado, incluso con las fechas que citas. En un instante, se convierte tu blog en regalo del recuerdo de tiempos que fueron y fuimos felices.
Siempre estáis en mi corazón.
Gracias David. Tus comentarios me llenas de alegría. Como es la alegría que me das al saber que los poemas los haces tuyos. La poesía es de quien la escribe pero ante todo es del quién la lee y la siente palpitante.
Besos
EleNa
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