18 de abril de 2009

Ofrenda al viento


Por más que quiera.
por más que desee olvidarte.
Las palabras evocan tu nombre y el viento acerca tu espalda.
Espalda a la que me arrimo sigilosa
al no ser y no querer ser capaz de mirarte a los ojos.
No deseo que conozcas este sentimiento,
lo oculto entre miradas nada complices,
entre sonrisas para todos.
Compañero de unas horas.
¿De dónde viene ese perfume?
¿Dónde se queda la mente?
Lejano te quiero, niño,
lejana me quedo.
Mortal ensalzado, para la memoria perpetuo, hermosa ofrenda.



(Porque a veces no tenemos lo que queremos y al mismo tiempo lo cedemos.)



EleNa Martin

5 comentarios:

megustaríatantoserfeliz... dijo...

jo!

Anónimo dijo...

El AMOR debe ser generoso y a veces, el sacrificio más grande es dejarlo volar... así es el verdadero amor, el AMOR con mayúsculas.

Besicos!! ;)

La cama de arriba

Anónimo dijo...

¡AMEN!

lA CAMA DE ABAJO

GodKingdomWorker dijo...

La plenitud del amor puedes empezar a sentirla cuando te entregas a cumplir la voluntad de Dios. En ese momento, cuando sientes que caminas por sus sendas, que es Su camino el que estás recorriendo, el amor está en tu vida.

Anónimo dijo...

CON MUCHO CARIÑO TE COMENTO QUE ES MUY BONITA Y ME DA MUCHA TERNURA. NO PODIA SER DE OTRA MANERA VINIENDO DE UNA PERSONA TAN ESPECIAL...

PEPITA